"Para
lograr grandes cometidos, se ha de jugar la terrible partida con
impenetrabilidad de hierro; soportar la derrota con fortaleza que, al
encontrarse débil, pueda contemporizar y retroceder, y cuando se siente fuerte,
golpear con todas sus fuerzas, y al mismo tiempo, ser impasible. Esto es el
alma densa de las cosas. Emerger como un heraldo de rebeldía, un perturbador de
los convencionalismos establecidos, como duende burlón, malicioso y rebelde que
plantea los más obtusos enigmas de la esfinge."
David Rendón Velarde.
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